El Instituto Geográfico Nacional
(IGN) ha establecido una relación directa entre los más de 400 seísmos que se
produjeron en septiembre de 2013 frente a las costas de Vinaroz (Castellón) y
la inyección de gas del Proyecto Castor.
El Proyecto Castor es un
depósito estratégico artificial de gas natural situado frente a las costas
de Tarragona y Castellón. Fue creado para suplir la demanda energética española
de gas natural en caso de escasez o cese de las importaciones.
No se tuvo en cuenta el informe
de impacto de sismicidad inducida para determinar la peligrosidad del proyecto.
Teniendo en cuenta la peligrosidad sísmica de la zona, todo indica, según el
informe, que el origen de la serie sísmica registrada tiene una relación
directa con la inyección de gas.
Hasta hace poco, los responsables
de la plataforma de gas mantenían la fiabilidad de la planta de gas y
pedían al Gobierno permiso para poder reiniciar su actividad.
La relación causa-efecto entre
los seísmos y la actividad del proyecto gasístico pone de relieve las carencias en la normativa ambiental española,
que expone a la población a riesgos naturales sin haberlos estudiado
previamente.